Las mujeres irlandesas siempre han llamado la atención por un mismo detalle: ser pelirrojas. Claro que no son las únicas en el mundo que tienen esa peculiaridad, y en estos tiempos de tintes y retoques, cualquier puede presumir de un cabello cobrizo intenso. Sin embargo, Irlanda es el país donde hay más pelirrojos entre la población, en porcentaje. En Reino Unido y Estados Unidos, la mayoría de personas con este color de pelo también tienen ascendencia irlandesa. Es algo bastante común identificar a los pelirrojos con irlandeses, y tal vez por eso, cuando llegamos a Irlanda y descubrimos que ni siquiera son mayoría, algo nos extraña. Es como si todas las chicas irlandesas tuvieran que ser pelirrojas de ojos verdes, aunque esta combinación no se da de forma tan común en la realidad. Tal vez por esa belleza tan especial y única, las irlandesas han conseguido destacarse en aquellos sectores donde la imagen es muy importante, como el modelaje, la actuación… o el porno.

Hay decenas de actrices porno nacidas en Irlanda, y miles más que tienen ascendencia irlandesa pero han nacido en otros países, especialmente Estados Unidos. La meca del cine porno acoge con orgullo a todas esas mujeres, a cualquiera que esté dispuesta a darlo todo ante las cámaras, en realidad. La diversidad en el mundo del cine para adultos es cada vez mayor, y eso lo vemos en el tipo de actrices que logran copar los premios. Las estadounidenses caucásicas siguen siendo mayoría, pero cada vez hay más asiáticas, latinas e incluso chicas con bellezas mucho más exóticas. Las irlandesas tampoco pueden entrar en ese grupo, ya que al fin y al cabo, sus genes son parte de la base caucásica, pero al ser tan diferentes y especiales, casi se las pone aparte. Chicas ardientes, al contrario de lo que muchos opinan sobre las mujeres irlandesas. Amantes que saben entregarse en el placer y dar un buen show ante las cámaras, logrando además convertirse en auténticas estrellas a ambos lados del Atlántico. Nosotros hemos escogido a las cinco más importantes y populares, para demostrar el poderío de las pornstars irlandesas en la industria actual.

Dublín es una de las capitales europeas con más encanto. Pequeña pero lustrosa, con un montón de edificios históricos y monumentos que visitar, parques, grandes plazas y sobre todo, muchos bares y tabernas. La diversión en la capital irlandesa nunca tiene fin, y da igual que vengas con la familia, con los amigos o por tu propia cuenta, porque siempre vas a encontrar algo que hacer. Lo único que necesitas son ganas de patearte las empedradas y grises calles de la ciudad, y un buen chubasquero por si comienza a llover. Dublín, con sus cuestas y sus desniveles, con sus curvas y sus laberínticas calles, es un lugar por done da gusto perderse… a no ser que tengas que ir arrastrando un carro enorme de madera. Esa era la misión de los mariscadores que vivían hace siglos en la ciudad, vendiendo de forma ambulante el género que ellos mismos conseguían en el puerto.

La historia ha querido que una de esas figuras, aparentemente tan poco  importantes para la historia de la ciudad, se haya convertido en todo un símbolo. Hablamos de Molly Malone, un personaje que para muchos es real, y para otros, una simple leyenda. De lo que nadie duda es de que a estas alturas, la figura de esta pescadera es ya uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad de Dublín. Tal vez hayas oído hablar de ella por la canción que lleva su nombre, y  que ha sido versionada en infinidad de ocasiones. Tal vez hayas podido visitar la preciosa Dublín y hayas tenido el gusto de conocer “en persona” a la dulce Molly. Sea como fuere, nosotros vamos a intentar desvelar aquí los secretos de su auténtica historia, si es que alguna vez la tuvo. Y es que un personaje tan reconocido en una ciudad tan importante no se puede quedar solo en las brumas de la leyenda, y merece obtener la consideración adecuada. Pescadera de día, prostituta de noche, Molly Malone representa el espíritu festivo y trabajador de Dublín.